miércoles, enero 20, 2010

Otro de esos textos curiosos...

Ya hace tiempo que no escribo nada, pero bueno esas cosas pasan.

He leido otro libro de Eduardo Mendoza y como no también esta vez he encontrado unas lineas que quiero remarcar. Han sido varias veces, no ha sido tan claro como en otros libros pues me gustaría señalar varios parrafos a largo de libro, pero solo voy a poner uno de ellos.

Esta vez el libro es: La aventura del tocador de señoras



El parrafo dice lo siguiente:

[...]
El destino nos unió, sin el menor deseo por mi parte, hasta hacer de nosotros un dúo inseparable. A falta de mejor instructor, él me enseñó cuanto sé: la eficiencia del trabajo (no compensa), la importancia de ser honrado (si eres imbécil), la trascendencia de la verdad ( nunca decirla), lo aborrecible de la traición (y su rendimiento) y el verdadero valor de las cosas (ajenas), así como, por inducción, lo indicado de la tintura de yodo para heridas arañazos, hematomas, rasguños y excoriaciones. A su sombra me hoce riguroso en la planificación de mis actos, cauto en la realización, meticuloso en la ocultación posterior de todo rastro. En vano: de poco me valieron estas mañas enfrentadas a su sagacidad, sus conocimientos prácticos, su ciencia y la ventaja que otroga disponer de muchos medios y carecer de control y escrúpulos. Siempre me engañó y nunca se dejó engañar de mi, llegando incluso, en ocasiones contadas, con falsas promesas, a valerse de mi esfuerzo y mi persona en provecho suyo, para dejarme luego en la estacada.
[...]


En fin este autor siempre tiene algun parrafo que define caracteres de la sociedad en la que nos movemos, me encanta.