martes, septiembre 04, 2007

Aqui de nuevo, otra vez...

Je je je. La verdad es que hace poco pensaba en lo que depara la vida cuando iba conduciendo. Siempre que conduzco pienso bastante en multitud de cosas... pero bueno nunca llegan a nada.
Pensaba en cambiar, en esa frase que dice: "Cambiate a ti mismo para cambiar el mundo", de verdad tenía intención de hacerlo, no obstante han pasado los días y no creo que hallamos cambiado ni el mundo ni yo (tenía pensado escribir yo y el mundo, que es como creo que sería lógico pero no sería correcto gramaticalmente) así que bueno creo que me he dado cuenta que no es tan fácil hacer las cosas como te las pintan o como las pensamos.
Intento imaginar todas las cosas que quedarán por hacer, todas esas experiencias que nunca viviré, lo deportivos que nunca conduciré, los lugares a los que no tendré acceso y con todo y con eso soy afortunado, tremendamente afortunado. Gozo de una salud de puta madre, dispongo de dinero suficiente para vivir con tranquilidad, ya veremos cuando tenga que esclavizarme a una hipoteca y demás cosas de esas que se ha inventado para mantenernos atados a la sociedad capitalista. Puedo hacer , mas o menos, lo que me apetece, tengo una novia inteligente, guapa y que me quiere... en fin cuanta gente está en peor situación que yo y es feliz.


Joder, con la cantidad de frustración que he pasado, con la cantidad de cosas que no he podido hacer por una u otra razón, no quiero imaginar el querer y no poder de otros... me parece que voy a parar, que esto se parece a los programas televisivos de noche buena que siempre nos recuerdan lo bien que estamos en casa cenando mientras otros se mueren de hambre y frío en la calle.

¿De dónde viene todo esto? Ahh, si ya recuerdo lo que quería contar. Sobre la felicidad y esas cosas de la vida.

Me gustaría que la vida fuera como los anuncios, tan superficial y estúpida(a lo mejor es así y no llego a comprenderlo) en la que con un teléfono ya eres feliz porque puede llamar a millones de personas, que están dispuestas a escucharte, por menos dinero. Una vida que se basa en que con el producto de limpieza todo queda como los chorros del oro y tu casa es la que más brilla del universo, ya eres feliz.

Una vida que se consigue la felicidad porque me afeito con la misma maquinilla que ese jugador de fútbol, mega rico, y de este modo me parezco mas a él. O porque te puedes echar la misma colonia que la supermodelo de moda y oler como ella cuando vallas a cenar a la freiduría un sábado por la noche, antes de emborracharte en la discoteca y chupar del MD para desfasar y así ver si te follas a alguno.

Luego al final resulta que los anuncios se quedan en la televisión y nuestra vida no es tan feliz como nos la pintan. El teléfono hace subir la factura de una manera insospechada y la compañía telefónica ni siquiera tiene personas de carne y hueso para atenderte cuando llamas, y eso que sus eslogan es " Tú eres lo primero" ja ja y ja. La colonia y la maquinilla de afeitar no nos hacen ser mejores ni más ricos, la droga nos lo hace creer un rato pero por la mañana deseamos morir de la resaca del garrafón que nos han dado a precio de oro, porque como siempre "Tú eres lo importante", pero el del bar se ha llevado tu pasta.
Las cosas verdaderamente importantes como la educación y el respeto de los unos por los otros siempre quedan en un segundo plano porque "Yo soy importante" y los demás está es segundo plano.

Es cierto cambiate a ti mismo y cambiaras el mundo, pero amigos (y esto lo escribo sabiendo que ni Dios lee lo que escribo aquí) eso no es nada fácil y menos con el egocentrismo que cada uno tenemos.

Salud para todos.

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