miércoles, noviembre 07, 2007

Esa sensación extraña

No notas como a veces, solo un breve tintineo, un breve murmullo te hace sentir cosas que parecían olvidadas. Cosas que nunca creíste haber sentido, e incluso algunos momentos que te gustaría vivir sin embargo sabes que jamás se materializarán.

Ese breve sonido está ahí muchas veces, cuando lo escuchas te deleitas dejándote caer y esperando a ver que pasa, sin embargo se acaba desvaneciendo y no sabes como mantenerlo. Es como ahora que tienes que cambiar a otra cosa y parece que se va.

Cuando sientes el deseo, es como flotar sobre aquello que te rodea. Es una historia de una persona que parece estar encerrada y corre por escapar pero siempre hay algo en el camino que se lo impide. Así que en silencio decide meditar sobre lo triste y lóbrega que es su vida. Llora, amargamente expulsa lágrimas por sus ojos. Lágrimas que caen al suelo llorando por su lloro, que ha sido en vano. Está atrapado en la oscuridad y cuando tiene una pequeña oportunidad observa como todo se le escapa.

Lucha por llegar a ello y nunca llega, todo se le queda entre las manos y se le escurre entre los dedos.Por eso le gusta el breve murmullo, porque le hace escapar de su prisión carnal. La mente se desvela impotente pues el mismo sentimiento le pasa una y otra vez, repitiéndose hasta el infinito y siempre le produce el mismo placer; pensar que está vivo.

Se le escapa la vida, la ve pasar día a día y nada puede hacer para evitarlo. Los que le rodean van despareciendo, parece que escapan y el sigue allí pensando qué pasa, qué no funciona bien, pero no obtiene respuesta. La respuesta es el mismo.

Le llegan nombres de personas a las que no conoce, sin embargo el tono de voz con que les nombran les hace nobles. Hace que parezca que tuvieron una vida que mereció la pena. Hacen que la vida, envuelta en multitud de penurias, les resultara satisfactoria. Tuvieron que sufrir en el intento, debieron morir muchos por ello, pero ahora hay alguien que lo cuenta con las palabras más tristes del universo.

Al fondo, en lo lejos se dejan sentir todos los latidos de los corazones. Todos los gemidos de los sollozos. Las innumerables plegarias de piedad. Los infinitos gritos de desesperación. Los millones de aplausos de emoción... y rabia. Los gritos de todos los que estaban inconformes. Y entre todos ellos está su breve murmullo, su impasible sonido de emoción, a punto de llorar pero sin dejar escapar el llanto. Fue alguien grande quien se lo dijo:

- Yo lloro a tu llanto.

Otras veces notas como el breve siseo se convierte en algo alegre que hace que te entre un cosquilleo por dentro del cuerpo y te den ganas de explotar, de saltar, es una sensación con la que podrías expulsar una cantidad ingente de energía con un movimiento del cuerpo. Notas como al instante se desvanece, pero te deja los pelos de punta.

Te hace subir por el costado de una montaña, con pendiente bastante pronunciada y sin cansancio. Sobre un tupido césped, verde, inmensamente verde.

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