jueves, marzo 01, 2007

Lo que mejor sabemos hacer.

Bueno, en una de mis indagaciones en las profundidades del comportamiento humano, por fin he descubierto algo que si sabemos hacer bien, muy bien. Esa cualidad que nos distingue es la producción de basura y su diseminación allá por donde pasamos.

Es increíble como en ciertas partes del monte, en lugares donde no piensas encontrar nada desagradable, a parte de las lógicas cosas naturales, puedes ver un sillón en ferviente estado de descomposición.

No nos gusta esforzarnos, pero llevar un sillón a lo mas recóndito del bosque para contemplar las vistas respirando aire fresco (esto es ironía) y después dejarlo allí, no nos cuesta trabajo.

He observado como en los lugares donde los trabajadores tiene por costumbre almorzar, comer o dormir la siesta al cabo de un par de días parecen verdaderos vertederos de basura. Ya de por si una obra genera desperdicios que suelen quedarse por los alrededores esperando a que alguien los recoja, pero las sobras de las comidas se llevan la palma, están en todas partes.

Las mierdas de los perros pues eso... que nacen solas en las aceras. Pero lo mejor de todo es ver al dueño mirando en dirección contraria, pero con el rabillo del ojo de vez en cuando, esperando a que el perro termine la faena, para que como el que no quiere la cosa irse sin recogerlo. Total como entre la hierba sirve de abono para las plantas los jardines están plagados de mierda.

Existen infinidades de maneras de dejar desecho allí por donde pasamos y como es tan sencillo como abrir la palma de la mano para que se caiga, pues siempre se nos cae todo.

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